¡Descubrimiento! Los famosos amantes de Pompeya eran dos hombres
El caos que causó la ira del volcán Vesubio en su más conocida erupción provocó la muerte de cientos de personas y la desolación de toda una ciudad. Se trata de Pompeya, una localidad italiana en la que los comerciantes llenaban sus calles, los atletas corrían por sus campos y los amantes demostraban su amor en la intimidad. Y es el amor lo que nos ha llevado hasta aquí, ya que se ha demostrado que los famosos «Amantes de Pompeya» eran hombres.
Amor petrificado
Cuando crees que la historia no puede sorprendente más aparece con un nuevo hallazgo que lo cambia todo. ¿Quién no conoce esta fotografía? «Los amantes de Pompeya» se enmarcan como una oda al amor absoluto que ha sido alabada por millones de personas. Un momento que representa el último suspiro de vida de dos personas que saben que van a morir y quieren hacerlo juntos. Hasta ahora, todas las teorías apuntaban que esta escultura obligada estaba compuesta por un hombre y una mujer pero recientes estudios han confirmado que estábamos equivocados.
En realidad, los cuerpos abrazados en Pompeya corresponden a dos hombres de 18 y 20 años respectivamente. Algo que se ha revelado gracias a un estudio antropológico y a unos específicos análisis de ADN realizados en la Casa del Criptoportico en la que fueron descubiertos. Unos restos que fueron descubiertos en 1913 y que se mantienen en perfecto estado de sepultación desde la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
Los dientes revelaron el secreto
Massimo Osanna, director de excavaciones de la zona, ha comentado a Il Corriere del Mezzogiorno que esta afirmación proviene de unos análisis llevados a cabo a través de una reconstrucción de ADN a partir de los dientes de estos dos cuerpos. Unos resultados que han comprobado examinando los distintos fragmentos óseos que aún se conservan por parte de los individuos.
Este tipo investigaciones han cambiado por completo desde que se utilizan métodos en los que el ADN se vuelve un aspecto fundamental a la hora de descubrir la vedad. Un instrumento crucial para desenmarañar los misterios de la historia que, en este caso, ha alterado un mito que tenía más de cien años de antigüedad. Está claro: el amor es universal.